Siempre Limpios
Elimina el exceso de suciedad y luego utiliza un paño húmedo para finalizar la limpieza.
Cuero y Nobuck: Límpialos sin agua, solo con un paño, esponja o cepillo de cerdas suaves.
Tejidos y Sintéticos: Usa un paño húmedo con cuidado
Suelas: Se recomienda limpiarlas con un cepillo de cerdas suaves y finalizar con un paño húmedo.
Plantillas Internas: Si son de cuero, límpialas con un paño húmedo. Si son de tela, lávalas con jabón neutro y sécalas a la sombra de forma natural, nunca en la secadora.
Para brillar siempre
El calzado con aplicaciones, brillos, piedras, strass o adornos no debe exponerse a temperaturas superiores a 60° para evitar que el pegado se deteriore.
Evita roces y golpes en los acabados, ya que el impacto podría hacer que se rompan o despeguen.
Los ornamentos y detalles en metal o ABS (como remaches y tachuelas) son delicados y pueden sufrir daños.
Siempre Oloroso y Fresco
Para evitar la aparición de hongos que causan mal olor y deterioran el calzado, retira la plantilla y guarda el calzado en lugares secos y bien ventilados.
Para que el sudor se evapore completamente, se recomienda usar el calzado un día sí y otro no.
Luces
Las luces no se llevan bien con el agua, por lo que evita usar calzado con luces o LED en días de lluvia. No pises charcos ni los sumerjas en agua al momento de limpiarlos.
Atención
No utilices sustancias agresivas como alcohol, detergentes o solventes. Nunca sumerjas el calzado en agua y siempre sécalo a la sombra. No guardes los calzados por más de un año, ya que las materias primas pueden sufrir alteraciones como despegado o descomposición.
Los materiales y plantillas metalizadas o estampadas experimentan un desgaste natural con el uso, al igual que los tacones y detalles forrados, pintados o cromados.
Los productos fabricados en EVA, como sandalias tipo chancla, Slide Sun y Multiway, no deben secarse al sol ni en una máquina secadora.